¿Censura digital? Análisis de los problemas de usuarios y medios en redes sociales durante el paro nacional

Desde finales de abril y hasta inicios de julio de 2021, tuvo lugar el paro nacional en Colombia, un movimiento de protesta social de gran envergadura.En distintas zonas del país se presentaron marchas pacíficas y algunos enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y manifestantes. En este contexto, en redes sociales comenzaron a aparecer mensajes de apoyo al paro y denuncias sobre presuntas violaciones a derechos humanos de los manifestantes por excesos en el uso de la fuerza por parte de agentes del Estado.1

Con la avalancha de contenido a favor y en contra del paro nacional en redes sociales también surgieron denuncias de supuesta censura o eliminación injustificada de contenido por parte del Estado y de plataformas de redes sociales. Los usuarios reportaron que el alcance de sus publicaciones estaba restringido o que no podían publicar videos, compartir contenidos o hacer transmisiones en vivo.

Ante las alertas, la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) y Fundación Karisma se dieron a la tarea de registrar lo que estaba ocurriendo en redes sociales. A continuación, este documento analiza la información recolectada respecto de Facebook e Instagram durante el paro nacional.

Su historia no está disponible. Los problemas de software de Instagram afectaron el contenido sobre el paro nacional

Durante el paro nacional de 2021, Fundación Karisma habilitó la encuesta Restricción de contenidos en redes sociales durante #ParoNacionalColombia para que los usuarios de redes sociales pudieran reportar directamente los problemas que percibían con el contenido en sus cuentas. Karisma recibió casi mil reportes, con un crecimiento extraordinario del número de registros durante inicios de mayo, pasando de 8 reportes de problemas con contenido en redes sociales entre el 28 de abril y el 5 de mayo, a 100 reportes tan solo el 6 de mayo en la mañana y alrededor de 800 casos más para la noche del mismo día.

La mencionada encuesta recibió en total 993 respuestas, de las cuales el 93%, equivalentes a 932 reportes, corresponden a problemas relacionados con el contenido en Instagram; el 15%, 156 casos, a Facebook; 6% a Twitter y los casos restantes corresponden a otras plataformas como Youtube, TikTok, Kawai e incluso a la herramienta de mensajería instantánea WhastApp.

Por supuesto, la muestra o número de participantes voluntarios de la encuesta no son representativos del total de usuarios de redes sociales en el mundo, o en Colombia, ni siquiera si nos enfocamos solo en Instagram. No obstante, la encuesta de Karisma sí muestra que el 6 de mayo sucedió algo inusual en Instagram y que había, en efecto, una sospecha entre cientos de usuarios de la plataforma de que estaban siendo censurados. Un indicativo de esto es que Karisma había realizado este mismo ejercicio en otras oportunidades con resultados mucho más moderados, en parte, debido a que las personas tenían que tomarse al menos 20 minutos para llenar la encuesta. Sin embargo, entre el 5 y el 6 de mayo se recibieron un total de 897 reportes en conjunto.

Es importante tener en cuenta que, durante la primera semana de mayo de 2021 (fechas en las que se recibieron más reportes), Instagram expresó que su plataforma tuvo problemas con el software que controla las historias, lo cual coincidió con una etapa de fuerte tensión social durante el paro. De hecho, el 6 de mayo en la mañana los problemas de la plataforma respecto de las historias de usuarios fueron tendencia y el 7 de mayo, Instagram explicó que la falla tuvo especial importancia en Colombia, pero que también afectó al pueblo palestino y a comunidades indígenas de EEUU y Canadá.

De forma más detallada, el gran problema detectado en la encuesta de la Fundación Karisma, en el 71% de los casos, fue la eliminación de historias de Instagram y de contenido guardado en el archivo personal de los usuarios cuya publicación fue eliminada. Como ya señalamos, la mayor parte de los casos registrados corresponden específicamente a la red social Instagram y se presentaron los días 5 y 6 de mayo de 2021. Según Meta (antes Facebook), empresa dueña de Instagram, el problema se debió a una falla en el software que evaluaba la disponibilidad del contenido de las historias. Es decir, el programa encargado de revisar si una publicación en las historias de Instagram seguía en línea o había sido eliminada, y si por ende se podía compartir. Dicho problema generó que mucho del contenido disponible en las historias, en línea, fuera señalado como no disponible y eliminado. No obstante, los datos de la encuesta de Karisma sugieren la posibilidad de otro problema más allá: la falta de comunicación entre la plataforma y sus usuarios. Casi todos los encuestados se quejaron de la eliminación de contenido propio, sin que sea posible determinar si se referían a contenido original o réplicas de contenido de otros perfiles. En todo caso, ninguno manifestó que estaba experimentando problemas debido a fallas con el funcionamiento (software) de la plataforma, como señalamos, un problema real que Instagram reconoció 2.

Por citar algunos ejemplos de la forma cómo los usuarios percibieron la afectación del software en su experiencia en la red, están: “apoyar el paro y manifestando mi inconformidad y compartiendo todo lo que sucede desde que inició el paro” o por “compartir información sobre diferentes puntos de abuso policial y desarrollo del paro” como motivos para la eliminación del contenido, lo que evidencia la lectura política que se dio al problema con el código de la red social.

En muchos casos, los participantes de la encuesta señalaron que el contenido bloqueado se refiere a hechos concretos ocurridos durante el paro nacional, lo que pudo fomentar la sensación de censura debido al contexto de represión estatal. Esta sensación se fortaleció con la falta de información sobre el problema que la plataforma estaba teniendo con el software que evaluaba la disponibilidad del contenido, limitándose a señalar como “no disponible” el contenido eliminado de las historias. Tampoco ayudó a solucionar el problema que la explicación sobre cuál era la falla se hizo en un trino en su cuenta oficial en inglés de Instagram, cuyo alcance y comprensión respecto a los usuarios en Colombia es cuestionable y, como lo muestra la encuesta, no llegó de forma directa a quienes estaban experimentando el problema.

También pudo jugar un papel importante la posible desconfianza de los manifestantes sobre el gobierno colombiano debido al uso desmedido de la fuerza por parte de la fuerza pública, a las declaraciones estigmatizantes de algunos altos funcionarios y a varios casos conocidos de moderación de contenidos ocurridos durante esas fechas, como la advertencia de contenido “ofensivo o inadecuado para algunos públicos” que aparecía a los usuarios en Colombia que querían escuchar la canción El aguante de Residente -que estaba siendo usada como himno en las marchas. Todos estos eventos pudieron llevar a entender lo sucedido como un caso de censura estatal, con la participación de privados, frente a las publicaciones propias en redes sobre los hechos que ocurrieron durante el paro. En la encuesta los usuarios se refirieron a sucesos como el asesinato en Pereira del líder estudiantil Lucas Villa, las declaraciones del Fiscal General de confiscar los vehículos que participaran en bloqueos o la entrevista que dio el expresidente Álvaro Uribe a la cadena CNN.

Esta percepción de censura respecto a lo sucedido en Instagram se evidencia en que los participantes de la encuesta no aseguraron que tenían un problema con la publicación de sus historias en general, sino que fue bloqueado o eliminado su contenido abiertamente político o de alguna manera relacionado con el paro, como performances, conciertos o contenido informativo de medios de comunicación. Por ejemplo: “El día de ayer subí varias historias a mi cuenta de Instagram sobre la Filarmónica haciendo un concierto público sobre la no violencia […] hoy me levanté y decía que no estaba disponible. Luego como a las 2 horas ya no aparecía ninguna de mis historias ni siquiera en mi archivo de Instagram”. Algunos otros lo refieren de forma más general al señalar que compartieron historias en Instagram relacionadas con lo que estaba sucediendo en Colombia, “principalmente ilustraciones y contenido de artistas” o señalando que compartieron “fotografías e ilustraciones de artistas colombianas sobre el paro nacional”, pero que fueron borradas en menos de 24 horas sin notificación alguna.

De la misma forma, entre los medios citados en la encuesta, cuyo contenido compartido por usuarios fue borrado se encuentran El Espectador, La Oreja Roja, el New York Times, BBC Mundo, la revista 070, La Silla Vacía y Baudó Agencia Pública. Al respecto alguien señaló: “Subí una historia a mi instagram tomada de @laorejaroja referente al paro nacional y en esta se le pedia a las personas que evitaran marchar de noche ya que en las noches ocurrían más casos de violación de derechos humanos. Hoy 6 de mayo me desperté a las 9:00 am y mi historia había sido borrada. Ni siquiera me llegó un correo notificándome que mi historia había sido eliminada”. Otro encuestado, lo reportó así: “Estoy en Alemania y me eliminaron incluso las historias reposteando a medios alemanes o al New York Times hablando del tema. Esto lo noté en la mañana del jueves 6 de mayo (hora alemana) pero en el archivo que guarda Instagram no aparecen mis historias”.

Ahora bien, algunos reportes señalaron problemas de visualización o actualización de contenido para informar sobre el paro. Son varios los casos en que las personas manifestaban “no me cargan algunas historias de las personas que sigo” o “No me cargan las historias de mis contactos sobre el paro, le pregunto, y mis amigos y familiares y dicen que les pasa lo mismo”. De igual forma, algunos encuestados indicaron que la cantidad de publicidad recibida en esos días aumentó, mientras que otros señalaban que había un bucle en las publicaciones o historias de Instagram. ”No me aparecen noticias de las últimas horas del paro, solo memes y alguna que otra información de hace dos o tres días. No puedo ver historias porque aparecen eliminadas y me hace repetir las mismas 10 historias infinitamente (no me deja ver más contenido)”. Este tipo de reportes indican que el problema con el software de Instagram habría afectado la capacidad de las personas de informarse a través de sus redes sociales de forma habitual.

Otro dato que indica que las personas se sintieron censuradas es la consciencia sobre las reglas de moderación de contenidos, es decir, las normas privadas de la red social que regulan que se puede o no decir en la plataforma. Muchos de los usuarios señalaban expresamente en la encuesta que sus publicaciones no incumplían las normas comunitarias, a pesar de que al desaparecer el contenido nunca se les indicó que estuvieran infringiendo las normas comunitarias y, además, especificaban que su contenido era no violento, tratando de explicar lo injusto de la eliminación del mismo. “Compartí una reflexión acerca de lo que está pasando en Colombia y unas recomendaciones sobre cómo ayudar a la salud mental. En dichas publicaciones no había ningún contenido ofensivo, ni sangriento ni atacaba a nadie directamente. Me parece indignante que me vayan eliminando las historias en Instagram”. Otro usuario señaló: “Me bajaron 3 o 4 historias sobre el paro que no violaban ninguna de las políticas de instagram, de hecho eran repost de cuentas como El Tiempo, donde hablaba de noticias, sin video”.

La falta de claridad para los usuarios respecto de lo que sucede en la red social, generada por la falta de notificación sobre lo que sucedió entre el 5 y el 6 de mayo en Instagram, creó una percepción generalizada de censura. Casi el 95% de los denunciantes señaló la censura como la razón de eliminación de contenido, generalmente indicando al gobierno colombiano como responsable, mientras que en los casos restantes se manifestaba que desconocían las razones por las cuales su contenido desapareció. Entre quienes atribuyen la desaparición de historias a censura estatal, señalan que su contenido fue eliminado debido a que estaban “denunciando a las autoridades”, publicando “contenido político” o porque realizaban “activismo y difusión”.

También fue una queja recurrente que la red social no avisó de la restricción ni explicó los motivos. El contenido simplemente desapareció. A esto se suma que solo el 6.34%, es decir 63 reportantes, se puso en contacto con la plataforma para notificar lo ocurrido y defender su contenido. Lo que, de nuevo, indica una desconexión entre usuarios y plataforma, y poca comprensión de la forma en que funcionan las redes sociales a nivel software entre los usuarios.

Los resultados de la encuesta de Karisma permiten entender cuáles son los imaginarios respecto de la moderación de contenidos de los usuarios de redes. Para Carolina Botero, directora de Fundación Karisma, “la dificultad para distinguir entre moderación de contenidos y censura estatal, propiciada por la represión que se vivió durante el paro y la mala comunicación entre usuarios y redes, terminó provocando una sensación de censura generalizada”. Además, Botero explicó que “los esfuerzos de Instagram por informar sobre lo sucedido con su software para las historias no fueron suficientes, pues se generó un impacto real de censura en los usuarios que vieron afectada su capacidad de informar e informarse, sin que estos llegarán a entender la naturaleza y el origen del problema que experimentaban en la plataforma”.

Los nuevos medios de comunicación tienen problemas con la moderación de contenidos. Resultados de las entrevistas de la FLIP durante el paro.

Las altas cifras de ataques durante el paro nacional a periodistas tanto por parte de manifestantes como de la fuerza pública y al auge de medios independientes que funcionan en redes sociales impulsaron a la FLIP a realizar una serie de entrevistas a nuevos medios durante finales de julio y de agosto con el objetivo de caracterizar los medios digitales que cubrieron el paro y los problemas que afrontan. Dentro del material recolectado con once medios de comunicación independientes de todo el país, todos con experiencia cubriendo protestas desde el 2018, salieron a relucir problemas relacionados con la moderación de contenidos o con lo que los periodistas y comunicadores entienden como tal.

Vale la pena recordar en qué consiste la moderación de contenidos. Las redes sociales son plataformas digitales privadas que se rigen por reglas de comportamiento diseñadas y aplicadas directamente por sus propietarios. Estas reglas de conducta dentro de las redes sociales son conocidas como normas comunitarias y establecen directrices para la creación de cuentas, respeto de los derechos de autor, entre otros temas. Ahora bien, una parte importante de las normas comunitarias establece los límites que se aplican a la circulación de las publicaciones de los usuarios de la plataforma, es decir, acerca de lo que los usuarios pueden expresar y cómo pueden hacerlo. Además, para asegurarse de que los usuarios cumplan las normas comunitarias, estas incluyen una serie de medidas o sanciones que van desde llamados de atención o amonestaciones hasta la suspensión temporal o la cancelación de las cuentas. La acción de aplicar esas normas privadas que regulan la libertad de expresión e información en las redes sociales y que establecen las sanciones por su desconocimiento se conoce como moderación de contenidos.

A diferencia de la encuesta ya analizada, aquí los medios centran sus reporteros en problemas con la plataforma de Facebook. Esta red social parece ser la preferida de los nuevos medios independientes, principalmente, porque sus contenidos son audiovisuales y escritos, lo que los aleja de plataformas como Instagram o TikTok y porque la mayor audiencia e interacción la encuentran en Facebook. No obstante, la desaparición de historias de Instagram y las políticas de verificación de identidad de Twitter también son problemas de los que hacen mención en las entrevistas.

Ahora bien, pueden dividirse en dos los problemas que tuvieron los medios independientes en redes sociales. Primero, los problemas con la realización de lives o transmisiones en vivo y, segundo, la eliminación de contenido en virtud de las normas comunitarias de las respectivas plataformas.

Medios en diferido, problemas para transmitir en vivo durante el paro

Varios medios entrevistados por la FLIP manifestaron que los lives son un formato especialmente útil para cubrir la protesta social. Por un lado, el directo evita realizar posproducción y que las noticias se enfríen o pierdan vigencia y, por el otro, al transmitir en tiempo real, se puede cubrir la aglomeración desde distintos puntos y hacer panoramas más completos.

Los medios que manifestaron problemas con las transmisiones en vivo fueron Le cuento Medellín, Última Hora Cauca, Ab zurdo Medellín, Lo que pasa Bucaramanga y el medio estudiantil Univalle Unida. Desde la capital de Antioquía se reportaron problemas durante todo el 4 de mayo para realizar en vivos en Facebook, pues las transmisiones se caían frecuentemente, especialmente en zonas como el Parque de los Deseos o de la Resistencia. Desde Le cuento Medellín calificaron muy mala la conexión a internet, incluso usando datos, y señalaron fuerte presencia de la policía en la zona. Sin embargo, ante la falta de información sobre el caso, no es posible determinar si los problemas se debieron a problemas con la infraestructura necesaria para la prestación del servicio de internet en Medellín, a problemas de software o al uso de dispositivos inhibidores de señal por parte de la fuerza pública.

Otros medios, como Lo que pasa Bucaramanga, mencionan problemas, al parecer, más relacionados con moderación de contenidos aplicada a las transmisiones en tiempo real. “Hay cosas que no podemos mostrar en los ‘en vivos’. Nos bajan las agresiones, la sangre, los golpes, las banderas”. Univalle Unida agregó que las transmisiones donde se escuchan disparos también son suspendidas: “Y eso nos reportaron y nos sancionaron por la bala que sonaba, Facebook nos censuró por incitar a la violencia”. Señala el medio que para poder seguir transmitiendo optaron por titular como si se tratara de una partida del videojuego Free Fire, juego de rol con armas de fuego, y evitando referirse al paro nacional en la descripción. Los problemas que experimentaron estos medios parecen referirse a las normas comunitarias de Facebook sobre contenido explícito o incitación a la violencia. No obstante, no se indicó a los medios los motivos por los cuales se eliminó el material.

Relacionado con las transmisiones en vivo, también se reportó que las opciones o botones para transmitir no estuvieron disponibles en algunas fechas, sin precisar cuáles. Este reporte lo realizaron medios como Última Hora Cauca, al señalar que “se perdían los directos. No podíamos darle al en vivo. Cuando íbamos a transmitir, se quedaba pegado. Además, hubo un tiempo en que la plataforma desapareció la opción del Facebook live. Yo no sé si ocurrió en todo lado, pero en Facebook no se podía transmitir en directo”. El medio Lo que pasa Bucaramanga también experimentó problemas con el software de las transmisiones en vivo: “Hubo un día en que Facebook eliminó las transmisiones. En medio del paro Facebook no me dejó transmitir. Tenía internet, pero no salía la opción de transmisión. Y la plataforma no dice nada, no responden por problemas de la página”.

También cabe destacar que todos los medios entrevistados se refirieron de forma sumamente negativa a los procesos de apelación de las plataformas en redes sociales, señalándolos como burocráticos, engorrosos o inútiles. Última Hora Cauca aseguró que en Facebook “lo mejor es dejar eso así y seguir trabajando. Nos quemamos más pidiendo que devuelvan el contenido que a la larga, ya pasó. No es su momento”. Versión que confirmaron con sus propias experiencias los medios Lo que pasa Bucaramanga y Ad zurdo Medellín. El medio paisa señaló: “No les peleamos, porque eso es pelea de burro amarrado con tigre. A quién le pelea, a una plataforma no colombiana y manipulada por el Estado. No hay nada que pelear, uno cambia la letra, usa otro código, para que la inteligencia artificial no detecte qué es. Cuando no se puede, uno busca por dónde pública”.

Teniendo en cuenta lo anterior, los problemas que reportaron medios de distintos lugares de Colombia respecto de la realización de lives pueden tener su posible explicación tanto en problemas con la prestación del servicio de internet, como los que se dieron en Cali a inicios de mayo, a problemas de software como en el caso de las historias de Instagram los días 5 y 6 de mayo o a moderación de contenidos. Sin embargo, es poca la información certera que se tiene más allá de la ocurrencia de los problemas.

Moderación de contenidos, un reto para los medios independientes

El segundo problema detectado en las entrevistas de la FLIP es la eliminación de contenidos (diferente a los live) por infringir las normas comunitarias. Al respecto, el medio bogotano La Direkta señaló: “Tuvimos unas situaciones de censura muy complejas. Con Facebook hemos tenido unas penalidades increíbles. Eso ha hecho que nos pasemos a Instagram porque también hemos tenido penalidades en Twitter. El problema es que Facebook tiene cada vez más restricciones sin sentido”. Mientras que el medio independiente Lo que pasa Bucaramanga afirmó que durante el paro “Facebook bajó mucho contenido durante una semana seguida. Material que subía, material que bajaba. Todo”. Respecto a Instagram, la situación es similar. Ab zurdo Medellín señaló: “Instagram está censurando muchísimo y amenaza diciendo que tu contenido, el que estás publicando, viola las normas de seguridad, privacidad o de sociedad, x y y. Por eso optamos por publicar desde las cuentas personales. Además, durante el paro lastimosamente Facebook nos ha eliminado mucho contenido. Incluso los videos del en vivo donde quedaron registradas agresiones a muchachos”.

Desde el medio, Colombia Informa, agregan que es muy difícil saber qué contenido va a ser restringido, lo que dificulta llevar a cabo su labor: “Es difícil saber lo que es violento para Facebook, algo que digan hijueputa, ya. En el paro nos pasó mucho”. Univalle Unida lo refuerza al decir que “Facebook es un máquina, un algoritmo, es un robot que revisa la publicación. El escucha el disparo y censura, pero el bot no revisa que estamos registrando una denuncia delicada, una persona lo vería. Ya nos ha pasado en un en vivo, en que hirieron a un muchacho y nos censuraron por la mancha de sangre”.

Según la experiencia de los medios independientes entrevistados, las plataformas pertenecientes a Facebook no aplican el principio general de permitir contenido de interés público o periodístico, sino que están moderando contenido de forma excesiva a medios de comunicación cuando haya violencia gráfica, sangre o sonidos de disparos. Contrario a lo señalado en sus normas comunitarias, las aclaraciones no funcionan para proteger el contenido y establecer su sentido, sino que son vistas como un reto más para los medios quienes deben recurrir a usar símbolos numéricos, cambiar palabras o referirse a juegos para que su contenido no sea moderado a pesar de hacer referencia a eventos de interés nacional.

Las entrevistas de la FLIP ponen en evidencia que las normas comunitarias de Facebook son, para los medios independientes, un reto para ejercer el periodismo y en muchos casos un límite. Para Emmanuel Vargas, co-director de El Veinte -integrante de esta alianza-, “los problemas que experimentan los medios de comunicación con Facebook afecta el derecho de la ciudadanía a informarse y promueve la autocensura de los medios, quienes deben adecuar su labor, cambiar de plataforma o de contenido, para evitar sanciones, lo que se podría considerar como una violación a normas internacionales de derechos humanos que Facebook dice priorizar”.

El Consejo asesor de contenido de Facebook aplica la exención por interés periodístico durante las protestas en Colombia

En medio del panorama de medios de comunicación afrontando una moderación de contenidos que entorpeció su oficio durante el paro nacional de 2021 según las entrevistas de la FLIP, resulta interesante analizar el primer caso por una publicación hecha en Colombia escogida por el Consejo Asesor de Contenidos de Facebook. El Consejo es una entidad independiente, conformada por 20 expertos de varias partes del mundo, que se encarga de revisar las decisiones sobre moderación de contenido de la compañía. Las decisiones del Consejo son vinculantes para la plataforma, de forma tal que, si “no está de acuerdo con nuestra decisión original, la revertiremos, a menos que hacerlo fuera ilegal”. De igual forma, el Consejo podrá emitir recomendaciones sobre las políticas generales de Facebook, pero estas no son vinculantes.

A mediados de julio, el Consejo de Facebook decidió revisar la decisión de la plataforma de eliminar un video en el que un grupo de manifestantes criticaba al presidente, Iván Duque, y en el que se refieren a él como un “hijo de puta” y le increpaban que se dejara de “hacer el marica en televisión”. La publicación la realizó en mayo una cadena de noticias regional que compartió un video en el que se veía caminando a un grupo de personas tras un letrero con el mensaje “SOS Colombia”, arengando en contra del presidente colombiano.

Facebook, al realizar la traducción del video del español al inglés para su evaluación, usó las frases “son of a bitch” y “stop being the fag on tv”. Sobre la segunda expresión, la red social determinó que el uso de la palabra “marica” o “fag” incumplía sus normas comunitarias sobre incitación al odio en la plataforma, ya que se trataba de un insulto basado en una carateristica protegida como es la orientación sexual. Para Facebook, la palabra marica se refiere de forma peyorativa a los miembros del colectivo LGTBI.

No obstante, en la decisión 2021-010-FB-UA, el Consejo de Facebook, más allá de evaluar si el contenido del video se trataba de un discurso de odio o no, señaló que la empresa debió haber aplicado la exención por interés periodístico en este caso. Es decir que, tras considerar el interés público de las expresiones infractoras y el riesgo de daño, prevaleció el primero debido a la naturaleza política del discurso y el contexto de manifestaciones generalizadas contra el Gobierno colombiano. Y, “si bien puede parecer que los participantes usaron el insulto de forma deliberada, se pronunció una sola vez entre otras muchas expresiones, en un cántico dirigido principalmente a criticar al presidente del país”. Además, el Consejo agregó que en contextos de represión, las redes constituyen una plataforma para que periodistas y ciudadanos compartan y se informen sobre las manifestaciones.

Sin embargo, no es posible saber cuál es el impacto real de la determinación del consejo de Facebook en la plataforma. La investigadora de Linterna Verde, Luisa Fernanda Isaza, señaló al respecto que, si bien la determinación del Consejo constituye un espaldarazo a la libertad de expresión en la plataforma, pues “protege el derecho de las personas a usar discursos chocantes contra funcionarios públicos y el derecho de los medios a reportar ese tipo de sucesos”, la misma “solo tiene efecto entre los involucrados y no crea una regla general. Para que un cambio general se dé, es necesario hacer modificaciones generalizadas a los procesos de Facebook, lo que ya es difícil”.


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